domingo, 8 de febrero de 2009

Creció más de un 200 por ciento la instalación de cercos electrificados En algunas zonas, como San Isidro


Creció más de un 200 por ciento la instalación de cercos electrificados


En algunas zonas, como San Isidro, la demanda de los equipos aumentó un 600 por ciento

Los especialistas aseguran que las personas buscan seguridad por su cuenta, ya que sienten que no encuentran la protección institucional

La instalación de cercos electrificados creció más de un 200 por ciento en la Ciudad de Buenos Aires y el Conurbano bonaerense , modalidad que surgió en los countries y que el año pasado se trasladó con fuerza a los centros urbanos, ante el miedo de las familias de sufrir la pesadilla de la inseguridad.

"En algunas zonas en particular, como por ejemplo San Isidro, la demanda de los equipos aumentó un 600 por ciento ", aseguró Guillermo Valls, gerente comercial de Alari3, empresa con prestigio en el rubro, en declaraciones a Diario Popular.


Además, el especialista consideró que el incremento "tiene que ver con la necesidad de las personas de buscar seguridad por su cuenta, ya que sienten que no encuentran la protección institucional".


"Los lugares donde tenemos mayor presencia son los barrios de Núñez, Belgrano y determinadas zonas de San Isidro, aunque la demanda se extiende por toda la ciudad y el primer cordón del Conurbano. Es un sistema utilizado por fábricas, predios comerciales y cada vez más en hogares", precisó.

Los expertos afirman que los cercos electrificados "cumplen una función exclusivamente disuasiva", al explicar que "el sistema detecta al intruso y lo rechaza", aunque también aclararon que "no hay electrocución, porque no se usa corriente sino tensión".

De acuerdo a los especialistas, el cerco funciona con hilos de acero que se colocan en murallas altas y emiten pulsos cada segundo de 5.000 a 8.000 voltios y al no tener amperaje, no causan electrocución, ni tampoco producen dolor y quemaduras.


Por otro, la comercialización de instalaciones "truchas" de cercos electrificados creció de igual manera a como lo hizo la inseguridad y hubo casos que terminaron con delincuentes y hasta propietarios electrocutados.

En ese sentido, un comisario bonaerense reveló que muchas personas realizaron "instalaciones eléctricas en sus viviendas para prevenir robos", y recordó un caso en Florencio Varela, donde un joven de 16 años murió electrocutado tras ingresar a una vivienda con fines de robo.


"Al avanzar la Justicia en la investigación de esta muerte, se comprobó que la instalación se había hecho con una batería común enchufada un alambre, realizada por un electricista veinteañero. La dueña de la casa, harta de robos, había pagado por el servicio unos cien pesos", contó.


Los especialistas aconsejan "comprar equipamiento eléctricamente seguro , y para ello es necesario que el fabricante exhiba los certificados de fabricación emitidos por un ente certificador reconocido por el Estado Nacional, caso IRAM ó Bureau Veritas".

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